Hace siete años, Natalia Oreiro protagonizó una de las películas más significativas para la historia de la música argentina, “Gilda: No me arrepiento de este amor”. Este film que cuenta la vida de la querida cantante de cumbia no solo significo un gran reto en su carrera profesional, sino que también la llevo a vivir una impactante experiencia paranormal que la marco profundamente. “Ocurrieron cosas muy significativas para todos los que estaban dentro y fuera de escena“, explicó la actriz en una entrevista.
Si bien a lo largo de la última década diferentes famosos salieron a contar sus increíbles historias sobrenaturales, la anécdota de la uruguaya dejó a los fanáticos de la compositora completamente estremecidos porque, desde su fallecimiento en 1996, muchas personas han asegurado que es milagrosa y hasta la bautizaron como “santa” e instalaron un santuario donde fue el trágico accidente que le quito la vida.
El encuentro de Natalia Oreiro con Gilda
La película protagonizada por la actriz uruguaya reconstruye la vida de Miriam Alejandra Bianchi, la mítica cantante de cumbia más conocida como Gilda. A lo largo del film se quiso mostrar como la artista fue en contra de los prejuicios que había en la movida tropical en los 90 para cumplir su sueño y convertirse en ícono de la música nacional. Más allá de vida profesional, el objetivo estaba puesto en recrear las vivencia familiares de la joven compositora que también fueron fundamentales para convertirse en un ejemplo para muchos.
Para la ex Muñeca Brava este proyecto fue un gran desafío porque tuvo que rever su propia carrera para poder cantar con su color y frasear como ella. Pero más allá de la cuestión musical y vocal, indicó que lograr la semejanza física era lo que menos la preocupaba, si no que su objetivo era trasmitir la luz que ella irradiaba son la bondad que la caracterizaba.
Dado el apoyo que recibió la producción por parte de la familia de la fallecida, Oreiro pudo encarnarla con lujos de detalle, de hecho, utilizaron vestuario que perteneció a la mujer y la escenografía era 100% verídica. Gracias al gran respeto que se tuvo por la vida de la cantante, las emociones durante el rodaje fueron tan fuertes que hasta tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia sumamente extraña, que muchos consideraron espiritual.
Si bien a lo largo de las grabaciones todo el elenco sintió una mística muy especial, el día que terminaron de rodar la escena final a las 5 de la mañana, sucedió algo completamente inexplicable. “Todos en la producción tienen handies (para comunicarse entre ellos) y en todos los canales, desde maquillaje, luz, sonaba `No me arrepiento de este amor´”, comenzó relatando la uruguaya.
Pese a que les resulto extraño la reproducción a altas horas de la madrugada, todos supusieron que había sido algún productor y se llevaron una enorme sorpresa. “Al día siguiente lo comentamos y nadie lo había hecho”. Luego de lo vivido, la actriz confesó que para ella no fue un evento inexplicable porque ella tenía explicación. “Gilda está re contenta con esta película”, sostuvo la protagonista.
Gilda: la cantante que se convirtió en leyenda
Myriam Alejandra Bianchi siempre tuvo una gran afinan por lo artístico, sobre todo con la musica, pero los prejuicios de la industria musical y de la sociedad en cuanto a que tenía que hacer una madre de familia, le dificultaron llegar a su sueño. Decidía a triunfar pese a todas la trabas que se le presentaban en el camino, en 1991, la eligen como corista de Las Primas.
Cansada de que no la tomen en serio por su físico “poco voluptuoso”, para 1992 se lanzó como cantante solista y se dedicó a demostrar que su talento era mucho más grande que su apariencia. Poco a poco, inició con las presencias en boliches y sus pegadizos temas empezaron a circular en las radios locales. Su fama a nivel nacional comenzó con la canción “No me arrepiento de este amor”, que pertenece al álbum “Pasito a pasito con… Gilda” de 1994.
En 1995 Gilda era considerada una de las cantantes de cumbia femeninas más importantes del país y Latinoamérica, de hecho, su CD “Corazón valiente” recibió la distinción por disco de oro y doble platino. Su carrera profesional parecía no tener freno, cada fin de semana se presentaba en 4 o 5 bailantas de diferentes provincias y sus fanáticos seguían sus pasos sea a donde vaya, pero un trágico accidente cambio todo.
El 7 de septiembre de 1996, en el kilómetro 129 de la Ruta Nacional 12, cuando se dirigía al norte de la provincia de Entre Ríos, un camión embistió al micro donde viajaba junto con su familia y equipo. A raíz del choque, no solo falleció la cantante, sino que también perdió la vida su madre, su hija, tres de sus músicos y el chófer del trasporte. Si bien su cuerpo fue sepultado en una cripta del Cementerio de la Chacarita, la historia de Gilda se volvió leyenda.
Todo comenzó cuando tiempo después de su partida se encontró una cinta con canción desconocida hasta ese entonces y donde Gilda hablaba de que no era su despedida. Tiempo después, se conocieron diferentes casos de personas que le habrían pedido sanaciones a la mujer y que inesperadamente se recuperaron.
A 27 años de la muerte de Gilda, muchos argentinos la consideran como una santa popular o pagana. Desde su perdida, se han registrado más de una decena de milagros a su nombre y se le construyó un santuario en el lugar donde sucedió el triste final de la cantante que dio todo para cumplir su sueño. /Crónica