Si ya tenés plantines armados, es momento de trasplantarlos. Si no, ¡todavía estás a tiempo de arrancar!
09/11/2020 06:01/ Actualizado al 10/11/2020 23:56
La naturaleza es cíclica, y acompañar sus tiempos es fundamental a la hora de poner manos en nuestra huerta urbana. Si ya tenés plantines armados, es momento de trasplantarlos. Si no, ¡todavía estás a tiempo de arrancar y que nuevas plantas lleguen a la huerta a mediados de diciembre!
Qué sembrar en la huerta en noviembre
En noviembre ya deberíamos estar preparados para trasplantar los plantines que hicimos en la huerta en los meses anteriores, como tomate, morrón, berenjena, zapallito, zapallo y chauchas, explica el ingeniero agrónomo Francisco Pescio, del INTA y ProHuerta.
De todas formas, todavía podemos hacer nuevas plantas para que lleguen a la huerta a mediados de diciembre.

Durante el mes de noviembre podés plantar en tu huerta urbana acelga, lechuga, tomate, berenjena, zapallo, zapallito, pimiento, chaucha, apio, sandía, melón, papa. También maíz, para el que estamos en un momento clave.
“En particular con las especies de hoja, como acelga o lechuga, conviene plantarlas ahora, ya que en el próximo mes comenzarán las altas temperaturas”.

Y agrega que, igualmente, en el caso de la lechuga, se recomiendan variedades de verano: del tipo Batavia, Iceberg, o Gran Rapids, que suelen ser un poco menos tiernas, pero no se van en flor tan rápido; las criollas también pueden adaptarse, pero en menor medida. De lo contrario, crecen hojas muy duras, tienen poco crecimiento y ‘se van en flor’ rápidamente”, dice Pescio.

Noviembre, un mes de transición en la huerta
¿Qué actividades recomiendan hacer durante el mes de noviembre? “Este es un mes de transición, ya que los cultivos de invierno ya fueron retirados, pero todavía no hay cosecha en los cultivos de verano”, dicen desde el INTA.

Algunas actividades que recomiendan para este mes:
- Trasplantar los plantines ya crecidos,
- Cosechar las semillas en las plantas que dejamos del invierno para tales fines,
- Trabajar en la abonera (realizar el abono e ir preparando biopreparados para fertilizar -como el purín de ortiga- o bien para control biológico -como el preparado de paraíso-).
Y no descuidar las tareas de mantenimiento: regar, entutorar los tomates, eliminar brotes laterales, fijarse si es necesario reponer plantas que hayan fallado (en los tomates, morrones y berenjenas, zapallos, etc).
Esta época no es tan problemática en lo que respecta a plagas y enfermedades, tal vez el mayor problema sean las hormigas negras.

4 claves para diseñar tu huerta en casa
Valeria Churba, licenciada en Ambiente y especialista en huertas urbanas, recomienda que, antes de comenzar a meter las manos en la tierra, tengamos en claro cuál es la motivación o el objetivo que nos proponemos cumplir con la huerta. “Tener este punto es clave, ya que los puede ayudar mucho a dar cada paso con más claridad y seguridad”.
Para organizar los cultivos y el diseño de la huerta urbana -explica Valeria- se deberán tener en cuenta algunos puntos que, muchas veces, son limitantes a resolver para armar nuestra huerta:
1. Sol disponible para la huerta
Este punto se refiere al requerimiento más importante de la huerta, ya que una huerta sin sol no va a funcionar bien. Es importante que el lugar que elijas para empezar a cultivar cuente por lo menos con 3 horas de sol. Si tiene 6 o 7 horas, ¡mucho mejor!

2. Espacio disponible para la huerta
Empezá de a poco, siempre hay tiempo para agrandarse y es mejor dar pasos chiquitos, pero seguros. La elección del lugar va a tener que ver con el sol, pero también hay que pensar otros detalles…
La huerta urbana es una huerta que se adapta al balcón, al patio y la terraza. Se hace en macetas, cajones o en lo que tenemos disponible para contener nuestras plantas.
En general, estos espacios ya están ocupados con otras cosas y usos, pero hay que pensar cómo hacerle un lugar: hay cultivos que pueden ocupar un pequeño espacio en una maceta ya en uso, hortalizas que pueden ser cultivadas de forma vertical en paredes, aromáticas que pueden ser colgadas en macetas de barandas.
¡Punto importante! Si vas a empezar con algo mediano o grande, chequeá tener una fuente de agua cercana.

3. Presupuesto disponible para la huerta
¿Qué necesitás para hacer una huerta? Básicamente, un contenedor, tierra y semillas. El contenedor lo podés hacer a partir de una gran variedad de materiales reutilizables: baldes, cajones de verdulería y otros muchos materiales, siempre y cuando tengan drenaje.
¡Podés conseguir las semillas baratas o regaladas! Siempre hay un vecino o un familiar que tiene semillas para compartir o intercambiar.
El punto que nos va a hacer invertir sí o sí es la tierra. La huerta requiere un sustrato suelto, con estructura, abonado… Y el mejor generalmente para empezar está en el vivero (si no tenés jardín con tierra). Si tenés tierra, podés simplemente agregarle compost (un 30/40%).
Una vez que demos el primer paso, el aprendizaje es día a día y se da de manera natural. A medida que pasa el tiempo, si sos organizado y planificado, ya no necesitás seguir invirtiendo en la huerta, a menos que decidas agrandarla.

4. Tiempo disponible para dedicarle a la huerta
La huerta orgánica o agroecológica requiere trabajo y el trabajo lleva tiempo. ¡Pero no te asustes, con un par de horas a la semana suele alcanzar! Lo que nos lleva nuevamente al punto dos: ¡empezá de a poco!
¿Sos un huertero amateur? Te contamos qué tenés que saber para arrancar con tu huerta urbana en tu patio o balcón. Además, el paso a paso para armar una huerta con cajones de madera y cómo hacer compost casero.